lunes, 14 de marzo de 2011

VALE LA PENA AYUDAR

En esta ocasión quiero contarles una historia personal, muy vergonzosa realmente, pero que siento publicarla, para ayudar a evitar que cosa así sucedan nuevamente.

Abordé un bus del sistema masivo MIO (Para los que no lo conocen, es como el equivalente para Cali del Transmilenio de Bogotá). Como cosa rara iba de pie, y cerca de mí, sentado en una silla, se encontraba un hombre con lentes negros y con un bastón de aquellos que usan los ciegos.

Lo observe por un tiempo y por momentos dudaba de su ceguera, porque miraba a varias partes como si lograse identificar algo o alguien. No pasó mucho tiempo cuando llegamos a la última parada y los dos nos bajamos; agrede permití que el bajase primero, y observé como efectivamente utilizaba su bastón para guiarse entre la multitud de caleños que se movilizaban en la estación.

En ese momento quise acercarme al hombre y ofrecerle mi ayuda, pero un sentimiento de pena o de rechazo llegaba a mí. Pensaba en que tal vez rechazara mi ayuda, o simplemente que no era tan necesaria debido a la destreza con la que se movilizaba.

Pasaron solo segundos en mi dilema de ayudarle cuando el vigilante le ofreció apoyo guiándolo por un par de metros hasta la salida de la estación, desde donde nuestro amigo continuó nuevamente solo su camino dando suaves golpes en el suelo con su bastón y descansando su otra mano sobre la baranda que delimita la acera de la vía vehicular.

Una vez más me vi tentado a ayudarle, me acerqué a él por su espalda y por segunda ocasión pensaba en como ayudarlo, si ofrecerle mi mano, o poner la suya sobre mi hombro, si debería ir al lado o delante de él, o simplemente guiarlo con mi voz.

Sus pasos continuaban, y mis estúpidas dudas y sugestiones continuaban en mi cabeza. Ya se aproximaba a la esquina, lo que lo obligaba a tener que cruzar la calle cuando a Dios gracia se le acerca un policía comunitario a ofrecerle su colaboración, a lo que nuestro amigo reaccionó amablemente agradeciendo y colocando su mano sobre el hombro del buen samaritano para dejarse guiar libremente.

Yo seguí mi habitual camino hacia la otra esquina, con una carga emocional y espiritual muy grande: Un hombre necesitó mi ayuda y fue más fuerte mis dudas que mis acciones. Durante 30 segundos aproximadamente seguí a un hombre imposibilitado de su visión y no fui capaz de guiarlo solo porque… me dio pena, esa es la verdad.

Reitero que es vergonzoso contar esto, y más que reivindicarme o borrar de mi algún sentimiento de culpa, escribo esto para invitarlos a que nunca se nieguen la oportunidad de ayudar a los demás.

Nunca pienses que un hombre de la tercera edad no es lo suficientemente viejo como para no ofrecerle tu silla en el bus o tu puesto en una fila del banco.

No creas que la bolsa del mercado que carga la mujer que va delante de ti por un andén es muy liviana.

Deja de creerte el cuento que las personas que trabajan en los semáforos disfrutan de estar todo un día bajo el rayo del sol o de la lluvia.

Recuerda que la ropa que no usas y que se pudre en tu closet, mucha gente afuera la desea y necesita con ansias, porque el frio que sienten en las noches es insoportable.

Si crees que darle monedas a un niño de la calle es malo, entonces invítalo a comer algo o llévatelo a vivir a tu casa.

Y por último, dale gracias a Dios por lo que tienes, disfrútalo sanamente al máximo, y reconoce humildemente que todo lo que tienes es porque ÉL te lo ha regalado

Perdón… Y gracias

5 comentarios:

  1. Lo importante es que aprendiste de la situaciòn... uno debe ser CIVICO sino CALI nunca progresará....pero como te estás sintonizando con el cuento te invito al grupo: http://on.fb.me/h4Fusz

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  2. Te entiendo completamente, no eres ni al primero ni al último que le pasa esto. Muchas veces me quedo mirando como quien no quiere la cosa a alguien que está pidiendo en la calle o a una persona buscando en la basura o al hombrecico del bastón, y digo pobre hombre, le ayudaría, pero es cierto, me da reparo ayudarle, pero más por ellos que por mi, porque ya sufriran lo suficiento como para que vaya yo a recordarselo...Sin embargo es cierto, muchos otros te agradecerán tu ayuda.

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  3. luis es cierto muchas veces nuestros temores son mas fuertes que las acciones ayer no mas me sucedio con un indigente estaba en el parque del peñon discutiendo con alguien estaba tan enojada que se me hacerco este hombre y dijo que si lo podia escuchar inmediatamente le conteste tengo cosas mas importantes que escucharlo a usted el me contesto es solo una cansion de madres yo le dije tranquilo ya le doy una moneda y dejenos solos esta es la hora que me siento re mal porque aveces actuamos de forma egoista por temor o porque en esos momentos estamos pasando un mal rato y creemos que los demas son culpables

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  4. Gracias por esta reflexion lucho.

    un gran abrazo y muchas bendiciones.

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  5. Excelente amigo... de verdad muchas gracias por compartir esto con nosotros y creeme que me impresiona bastante lo q dices q "por las dudas no actue cuando era necesario"

    Gracias por esta reflexion!

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